En 1952, Maxine y Don se conocieron desde el primer momento en que se vieron se enamoraron, incluso después de muchos años se seguían amando igual que el primer día.
Empezaron una familia con dos niños que adoptaron y amaron muchisimo. Luego de años después, sus ojos todavía reflejaban el inmenso amor que sentian el uno por el otro, ni siquiera la edad podia cambiar ese sentimiento.
Su amor va más allá de la edad y el tiempo, su relacion era de dos personas que realmente estaban hechas la una para la otra.
Fueron amantes y los mejores amigos hasta el final. Don siempre se sentia orgulloso por lo afortunado que era de tener a Maxine a su lado.
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Las últimas palabras que él susurró en esta vida fueron, “Esta es mi bella esposa” y sonrió dichosamente.
En su lecho de muerte se sostuvieron sus manos y pasaron juntos sus últimos momentos en esta vida. Maxine se fue primero y unos instantes después él la siguió hasta la eternidad
Un gran amor que duró toda la vida y que perdurará por el resto de la vida.
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